Una mano unida al cuerpo
Ganó mucho en ingenio y valor
Pues corregía mil defectos
Y era de apreciada acción
Esencial en el trabajo
En todo arte y función
Otras le daban aplauso
Elogiando su labor
Y su amo la embellecía
Con suaves cremas y anillos
Con finos guantes la vestía
Cuidándola con cariño
Más un día pensó ella
En volverse independiente
En no ser más la plebeya
Y de un cuerpo la sirviente
Se empuñó en su rebeldía
Decidida a no hacer nada
Sin dejar otra salida
Que la de ser amputada
Al suelo cayó fea,
Sangrante, azulada, fría
Sin anillos, cremas, sedas
Sin actividad ni vida
Muerta y tirada en un tacho
Su rebeldía premiada
Por su orgulloso trato
Allí se pudrió olvidada
Y más que ella sufrió el cuerpo
Pues permaneció conciente
Viendo cómo ese talento
Murió por ser independiente
Lo mismo pasa al alma
Que se desliga de Dios
Que su virtud declara
Y no sirve al Señor
Como un chispa se apaga
Que del fuego salió sin lucir ya nada
De su pasado esplendor
Sus virtudes se terminan
Y comienza a sufrir
De rencor, temor, envidia,
Lujuria y ansia sin fin
El querer enseñorearse
El plan del Señor destruye
Todo puede armonizarse
Cuando el servicio humilde une
Como un cuerpo perfecto
Ha creado todo Dios
A cada uno un talento
A propósito nos dio
Si cada uno asume
Cumpliendo su función
Verá al mundo en resumen
De armoniosa perfección
Ganó mucho en ingenio y valor
Pues corregía mil defectos
Y era de apreciada acción
Esencial en el trabajo
En todo arte y función
Otras le daban aplauso
Elogiando su labor
Y su amo la embellecía
Con suaves cremas y anillos
Con finos guantes la vestía
Cuidándola con cariño
Más un día pensó ella
En volverse independiente
En no ser más la plebeya
Y de un cuerpo la sirviente
Se empuñó en su rebeldía
Decidida a no hacer nada
Sin dejar otra salida
Que la de ser amputada
Al suelo cayó fea,
Sangrante, azulada, fría
Sin anillos, cremas, sedas
Sin actividad ni vida
Muerta y tirada en un tacho
Su rebeldía premiada
Por su orgulloso trato
Allí se pudrió olvidada
Y más que ella sufrió el cuerpo
Pues permaneció conciente
Viendo cómo ese talento
Murió por ser independiente
Lo mismo pasa al alma
Que se desliga de Dios
Que su virtud declara
Y no sirve al Señor
Como un chispa se apaga
Que del fuego salió sin lucir ya nada
De su pasado esplendor
Sus virtudes se terminan
Y comienza a sufrir
De rencor, temor, envidia,
Lujuria y ansia sin fin
El querer enseñorearse
El plan del Señor destruye
Todo puede armonizarse
Cuando el servicio humilde une
Como un cuerpo perfecto
Ha creado todo Dios
A cada uno un talento
A propósito nos dio
Si cada uno asume
Cumpliendo su función
Verá al mundo en resumen
De armoniosa perfección
Extraído de, Los Ejemplos de mi Maestro, de Gurudeva Atulananda.
Devotos preparándose para pintar
Devotos sobre altillo de futura Oficina BAP